Cómo instalar un espejo con luz y bluetooth

Los espejos de baño suelen ser una de las piezas clave en esta estancia. No solo cumplen una función práctica, sino que también pueden aportar estilo, amplitud y elegancia al espacio. Por eso es importante elegir bien el tipo de espejo con luz que queremos instalar, tener claro el uso que le vamos a dar y conocer las distintas opciones que hay en cuanto a tamaño, forma, tipo de montaje, iluminación, etc.
Eso sí, de poco sirve escoger el espejo perfecto si luego no lo instalamos correctamente. Una mala colocación puede arruinar el resultado final. Un espejo torcido transmite desorden y descuido, y si no está bien fijado, puede incluso caerse y romperse… ¡y no queremos ni accidentes ni siete años de mala suerte! Yo, desde luego, prefiero no tentar a la suerte.
A continuación, te explico paso a paso cómo instalar un espejo de baño con luz de forma sencilla y con un resultado impecable. ¿Preparado? ¡Vamos a ello!
Lo primero que debes tener claro es qué tamaño de espejo necesitas. Si lo vas a colocar encima de un mueble de baño, lo ideal es que sobresalga unos 4 cm a cada lado y que no esté pegado justo al borde superior del mueble. Lo recomendable es dejar una separación de unos 35 cm para que el espejo luzca bien y tenga el protagonismo que merece. Más adelante te explicaré con detalle el tema de la altura.
En caso de que no lo vayas a instalar sobre un mueble, tienes total libertad para elegir el tamaño que prefieras. Incluso puedes encargarlo a medida, aunque esta opción suele ser algo más costosa que optar por uno con medidas estándar.
Cómo instalar un espejo de baño con luz: guía detallada
1. Preparación del espacio
Elige la ubicación adecuada: Antes de nada, piensa bien dónde vas a colocar el espejo. Ten en cuenta la altura ideal para que se vea cómodo al usarlo, la luz natural del baño (que puede influir en la iluminación del rostro) y lo que reflejará el espejo (intenta evitar que apunte directamente a zonas desordenadas o poco estéticas).
Marca los puntos de fijación: Utiliza una cinta métrica para tomar las medidas exactas y un lápiz para marcar tanto la posición del espejo como los puntos donde irán los soportes o tornillos. Asegúrate de que quede centrado respecto al mueble o al espacio disponible.
Comprueba la nivelación: Usa un nivel de burbuja para asegurarte de que las marcas estén perfectamente alineadas en horizontal. Esto es clave para que el espejo no quede torcido al instalarlo.
2. Fijación del espejo
Taladra la pared: Perfora con cuidado en los puntos marcados. Si la pared está alicatada, es recomendable hacer una pequeña muesca con un punzón o clavo antes de taladrar, para evitar que el azulejo se agriete o resbale la broca.
Coloca los tacos y los soportes: Introduce los tacos en los agujeros y atornilla los soportes que sujetarán el espejo. Si tu espejo es ligero y no tiene anclajes específicos, puedes optar por cinta de doble cara resistente o silicona especial para espejos.
Fija el espejo: Colócalo sobre los soportes o presiónalo firmemente contra la pared si estás usando adhesivo. Asegúrate de que quede bien sujeto y estable.
Verifica el nivel: Una vez colocado, vuelve a usar el nivel para confirmar que no haya quedado inclinado.
3. Conexión eléctrica (solo si el espejo lleva luz incorporada)
Desconecta la corriente: Antes de manipular cualquier cableado, corta la electricidad desde el cuadro general para evitar accidentes.
Realiza las conexiones: Une los cables del espejo con los de la pared siguiendo el código de colores (normalmente marrón o negro para fase, azul para neutro y verde-amarillo para tierra). Utiliza clemas de conexión o la caja de empalmes que venga con el espejo.
Haz una prueba: Una vez conectado todo, vuelve a activar la corriente y enciende la luz del espejo para comprobar que funciona correctamente.
4. Limpieza final
Limpia el espejo: Usa un limpiacristales o una mezcla de agua con vinagre y un paño de microfibra para dejar la superficie impecable y libre de huellas o restos de polvo.